Saturday, April 26, 2008

La verdá como el sudor

Fui a andar en bici a la bicisenda que rodea el rosedal. Hay momentos en que es necesario salir, hacer fluir la sangre a otra velocidad y manar sudor por los poros mientras se otorga a los ojos un panorama diverso al de la casa-oficina. Dicen también que hay que “pensar en nada” o al menos “pensar en otra cosa”, y cada uno sabe otra cosa que qué. Confieso empero que en ese circuito de distensión no hay vez que no me pelee mentalmente con algún pelotudo que no sabe hacer uso compartido de instalaciones tan sencillas.
Esta vez venía bien. Estaba funcionando el recambio sustancial. En un momento tuve que pasar a un tipo que iba en bici delante mío más lento. Desde atrás vi sus pantorrillas, de músculo firme pero piel cansada, y su nuca de pelo gris. Cosa rara, vestía una campera rompevientos; yo iba en cueros. Lo sobrepaso tranquilo -sin las manos en el manubrio- preguntándome sin querer si eso lo hará sentirse viejo.
Después de varias vueltas, bajo la velocidad. No hay que parar de golpe nunca en nada. A mi ritmo de paseo, el tipo cano de rompevientos negro me pasa lentamente por la derecha. Lo miro a la cara mientras pasa, lo cual es un reflejo normal, pero no fue normal lo que encontré.


Fue sólo un instante porque no se detuvo. Pero en sus ojos, que vieron los míos, se notó que registró mi sorpresa, mi azoramiento: ¡el tipo andaba con un barbijo puesto en la jeta! No eran días de humo. Andaba con barbijo por la vida.


Y no fue más que verlo un toque y quedar cuatro cinco metros atrás para volver sobre mi recuerdo recién grabado de su cara barbijeada, sus ojos, sus patas de gallo, su frente, y decirme:
Perá, ese es, ¡sí, es!... ¡¡Ese es León Gieco!! ¡Ja!
Riéndome por dentro acelero, anonadado, para ponerme a su lado y mirarlo para confirmar. ¡Qué personaje, en bici con barbijo!
Apenas me puse a su lado me miró. Y habrá sido el fluir sanguíneo, o la disposición corporal a que todo saliera como el sudor, porque apenas quedamos uno junto a otro lo miro y me mira y mi monólogo interior se me salió todo para afuera:
¡La fama es un virus, ¿eh?!

Monday, April 21, 2008

Hay Juntada

Coetáneos

Vivimos en un lugar muy, muy raro, que llena el culo de preguntas. Acaso nos una el espanto, pero no despreciamos causas si logramos alegrones.

Este jueves 24 harán gesto de la confianza:

- Burkart y Aguirre, surf altruista sobre los Perrumanos
- Alonso Crooner y Blood Pezzola en el flujo musical
- Martín "el humano" Lipzsyc con caprichos de la indumentaria

- Mucho más que por si acaso, anti-amenizarán los Mal Llevados

Compañeros, el espacio tiene propiedad, es como la deseada naturaleza de la tierra, de quien lo trabaje, carajo, y que el ensayo haga ciudad.

Desde las 20:30 daremos bienvenida con bocados para que chupen tranquilos
Tipo 21:30 arrancan las movidas.
En la Pachamama: Psje Argañaraz 22, e/Israel y Lavalleja (a 150 mts de Lavalleja y Córdoba).
La entrada es sin plata, no gratis: hay que traer ganas.

Sunday, April 20, 2008

Cromañonización de Buenos Aires

Muchachos, suspendo la reunión de mañana. Voy a irme de la ciudad a algún lugar con aire puro.” Pero los caminos están cortados. La cromañonización de la ciudad, en cóctel letal, impulsa hacia afuera a la vez que encierra.
A todos por igual: esta nube tóxica es lo más democrático que sucedió aquí en mucho tiempo. Más aún que el granizo –transgénico- y la nevada –patriótica-, en tanto el humo es una misma gran masa que cubre nuestras pieles por igual, uniéndolas, como señala Migue Burkart.

Todas las pieles unidas por el espanto, las pieles y los bronquios, porque el humo de omnipresencia casi divina se mete no sólo en nuestras casas y departamentos, como se metió hace poco el ruido del cacerolazo reaccionario, sino también en cada cuerpo. Contamina cada inspiración, cada aspiración.

Hagan algo, por favor, alguien haga algo; al menos escriban. La afectación es ineludible y desesperante: el cuerpo, incluyendo cerebro y alma y todo, tiende a reaccionar, me atrevo a decir que instintivamente, cuando algo lo afecta, y aquí somos presas de algo que nos afecta muchísimo frente a lo que no podemos hacer nada. Y cuando algo genera la necesidad, el impulso, de hacer algo, y no se puede hacer nada, cuando carecemos de recursos para intervenir en la fuente de lo que nos afecta, nace el poder (o un poder) de la escritura, práctica que pone en acción esa energía. Por favor escriban. Quiero leer relatos, novelas, ideas, apropiaciones imaginativas de esta mierda excepcional.

Ya de movida esta ciudad naturalizó tanto su escisión respecto del terreno natural en el que está emplazada (¿cada cuánto vamos al río, por ejemplo, o mejor aún, cada cuanto recordamos que es una ciudad costera?), que de pronto recibir efectos de su existencia es una extrañeza total, y encima a esta guisa, apocalíptica, inasible, total, lo primero que produce la nube es encontrarnos con nuestra pequeñez.

Algunas hipótesis:
- Alguien del Gobierno se tomó en serio la idea de “cortina de humo” y se mandó una capaz de tapar todo.
- La Secretaría de Turismo apostó a que los visitantes extranjeros pensaran que la ciudad huele siempre a asadito.
- Radical medida frente a la crisis de la carne, el Gobierno hace un constante e inmenso asado: ya pasarán los camiones oficiales repartiendo sánguches de bondiola para toda la gente.
- Cayó un meteorito e iremos con los dinosaurios.
- Botnia arrancó el laburo y era jodido nomás.
- Empezó la Gran Marcha por la legalización del cannabis pero tienen fasito muuuuy malo
- Alguna mafia grosa se cargó un par de tomuers y quiso asegurarse posta de que nadie encontrara los cadáveres.
- Lo hizo Clarín para aumentar ventas
- Lo hicieron los yankis ensayando y/o por gusto.
- Lo hizo Greenpeace por obvios beneficios.
- Lo hizo Diosito por obvios motivos.