A todos por igual: esta nube tóxica es lo más democrático que sucedió aquí en mucho tiempo. Más aún que el granizo –transgénico- y la nevada –patriótica-, en tanto el humo es una misma gran masa que cubre nuestras pieles por igual, uniéndolas, como señala Migue Burkart.
Todas las pieles unidas por el espanto, las pieles y los bronquios, porque el humo de omnipresencia casi divina se mete no sólo en nuestras casas y departamentos, como se metió hace poco el ruido del cacerolazo reaccionario, sino también en cada cuerpo. Contamina cada inspiración, cada aspiración.
Hagan algo, por favor, alguien haga algo; al menos escriban. La afectación es ineludible y desesperante: el cuerpo, incluyendo cerebro y alma y todo, tiende a reaccionar, me atrevo a decir que instintivamente, cuando algo lo afecta, y aquí somos presas de algo que nos afecta muchísimo frente a lo que no podemos hacer nada. Y cuando algo genera la necesidad, el impulso, de hacer algo, y no se puede hacer nada, cuando carecemos de recursos para intervenir en la fuente de lo que nos afecta, nace el poder (o un poder) de la escritura, práctica que pone en acción esa energía. Por favor escriban. Quiero leer relatos, novelas, ideas, apropiaciones imaginativas de esta mierda excepcional.
Ya de movida esta ciudad naturalizó tanto su escisión respecto del terreno natural en el que está emplazada (¿cada cuánto vamos al río, por ejemplo, o mejor aún, cada cuanto recordamos que es una ciudad costera?), que de pronto recibir efectos de su existencia es una extrañeza total, y encima a esta guisa, apocalíptica, inasible, total, lo primero que produce la nube es encontrarnos con nuestra pequeñez.
Algunas hipótesis:
- Alguien del Gobierno se tomó en serio la idea de “cortina de humo” y se mandó una capaz de tapar todo.
- La Secretaría de Turismo apostó a que los visitantes extranjeros pensaran que la ciudad huele siempre a asadito.
- Radical medida frente a la crisis de la carne, el Gobierno hace un constante e inmenso asado: ya pasarán los camiones oficiales repartiendo sánguches de bondiola para toda la gente.
- Cayó un meteorito e iremos con los dinosaurios.
- Botnia arrancó el laburo y era jodido nomás.
- Empezó la Gran Marcha por la legalización del cannabis pero tienen fasito muuuuy malo
- Alguna mafia grosa se cargó un par de tomuers y quiso asegurarse posta de que nadie encontrara los cadáveres.
- Lo hizo Clarín para aumentar ventas
- Lo hicieron los yankis ensayando y/o por gusto.
- Lo hizo Greenpeace por obvios beneficios.
- Lo hizo Diosito por obvios motivos.
3 comments:
muy buenas hipótesis todas. Ya veremos lo que se puede escribir. La humareda llegó anoche a Rosario, en medio de la noche creí que me moría, o lo imaginaba porque me agarró insomnio y no tenía nada mejor que hacer, pero no escribí nada sobre el suceso. Así somos los rosarinos, esperamos que prontito el viento se la lleve de vuelta pa'allá, a la Gran Ciudad.
¿Rosario? Siempre estuvo cerca. De ahí me llegó, de hecho, la hipótesis de la marcha legali-sativa.
Ustedes manden humo o lo que venga que Buenos Aires parece dispuesta a tolerar absolutamente todo.
este humo es lo único que el campo está dispuesto a compartir de la fiesta sojera...
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