“Dieciséis escritores argentinos narran los hechos que conmovieron al país”, dice la -cuanto menos- imprecisa tapa del libro que en realidad contiene relatos situados en los días de los hechos.
Con el desafío de contar cosas públicas sobre las que el lector tiene imaginario y relato previo -lo que facilita la comunicación pero aumenta la dificultad de crear un territorio de emotividad singular-, el libro engrosa la tendencia editorial de antologías temáticas; el resultado es desparejo. [SIGUE]