"Podrán clausurarnos la cara pero jamás la carcajada.
El sabado cayeron los opas de las clausuras y carentes de toda sensibilidad y sentido común se cubrieron las espaldas y se pusieron a pegar sus papelones. Que cosa che. Que manera de desmoralizar a los buenos perros de la cultura, nosotros, que sin hacerle mal a nadie nos hacemos tanto bien entre nosotros.
Esa mañana, cuando ya todos se habían ido, el frances, lito y simon (orgullosos responsables del monipodio), putiaron y rieron, como en un velorio, se declararon felices socios para siempre de lo que fuese. Repasaron las pocas pero profundas alegrías gozadas en el secreto, masticaron la frustración y la bajaron con café con leche y sanguichitos. Ya Nada los detendría.
Pero al otro día todo fue peor. Solos los tres, cada uno en su casa sintieron en carne propia la injusticia, la desolación en los huesos. Solo tenían ganas de matar o dormir solos.
Hoy, la cosa da un nuevo giro. Son guerrilleros de ya muchas batallas, y sus imaginativas armas son cada vez más geniales, se saben soldados de un ejército engrosado cuyo murmullo es aliento. Saben también que los obstáculos tonifican al músculo creativo, Que la ley natural los hace libres y no persiguiendo más que matar el tiempo y darle vida tienen un plan que es tan bueno como cualquier otro.
¿Cual plan?
¡Este plan!
El de encarar a la vida de arriba abajo, sin escapar a sus ironías. El de tener ganas que es ganar. El que dice que las mejores cosas y las que importan son las cosas que no se tocan sobre las cuales la colita de las clausuras no funciona. El de saberse pillos e improvisar sobre la sólida base de no comprar ni venderse boludeces, obsequiárselas. El de la imaginación al poder, poder el verbo, poder de lograr, lograr la gloria, que es como triunfar pero sobre nadie. Porque sabemos que si al inspector lo dejásemos entrar, dejando sus bobalicones procedimientos en la puerta, aplaudiría. Porque nadie, nadie, esta en contra del arte. Porque peleamos la mejor guerra, la que no tiene enemigos.
Esta bien, eso no es un plan.
Pero es la sólida base.
Sobre ella haremos la montaña humana y la llamaremos barrikada.
Traigan sus instrumentos.
www.queserialasecretaria.blogspot.com
hagan eco, hagamos holas.
Un abrazo amoroso
El sabado cayeron los opas de las clausuras y carentes de toda sensibilidad y sentido común se cubrieron las espaldas y se pusieron a pegar sus papelones. Que cosa che. Que manera de desmoralizar a los buenos perros de la cultura, nosotros, que sin hacerle mal a nadie nos hacemos tanto bien entre nosotros.
Esa mañana, cuando ya todos se habían ido, el frances, lito y simon (orgullosos responsables del monipodio), putiaron y rieron, como en un velorio, se declararon felices socios para siempre de lo que fuese. Repasaron las pocas pero profundas alegrías gozadas en el secreto, masticaron la frustración y la bajaron con café con leche y sanguichitos. Ya Nada los detendría.
Pero al otro día todo fue peor. Solos los tres, cada uno en su casa sintieron en carne propia la injusticia, la desolación en los huesos. Solo tenían ganas de matar o dormir solos.
Hoy, la cosa da un nuevo giro. Son guerrilleros de ya muchas batallas, y sus imaginativas armas son cada vez más geniales, se saben soldados de un ejército engrosado cuyo murmullo es aliento. Saben también que los obstáculos tonifican al músculo creativo, Que la ley natural los hace libres y no persiguiendo más que matar el tiempo y darle vida tienen un plan que es tan bueno como cualquier otro.
¿Cual plan?
¡Este plan!
El de encarar a la vida de arriba abajo, sin escapar a sus ironías. El de tener ganas que es ganar. El que dice que las mejores cosas y las que importan son las cosas que no se tocan sobre las cuales la colita de las clausuras no funciona. El de saberse pillos e improvisar sobre la sólida base de no comprar ni venderse boludeces, obsequiárselas. El de la imaginación al poder, poder el verbo, poder de lograr, lograr la gloria, que es como triunfar pero sobre nadie. Porque sabemos que si al inspector lo dejásemos entrar, dejando sus bobalicones procedimientos en la puerta, aplaudiría. Porque nadie, nadie, esta en contra del arte. Porque peleamos la mejor guerra, la que no tiene enemigos.
Esta bien, eso no es un plan.
Pero es la sólida base.
Sobre ella haremos la montaña humana y la llamaremos barrikada.
Traigan sus instrumentos.
www.queserialasecretaria.blogspot.com
hagan eco, hagamos holas.
Un abrazo amoroso
El Secreto"
(Entre paréntesis: no debe extrañar que Simón escriba cualitativamente mejor que muchos escritores)
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